Historia
Huella romana
El testimonio de la presencia romana se extendió prácticamente durante siete siglos por lugares tan extraordinarios como en el que se encuentra Casa Viña Romanito.
Ubicada a las afueras de la ciudad de Jerez de la Frontera (Cádiz), cerca de la pedanía de Mesas de Asta, antigua Asta Regia (1250-850 A.C) en un enclave único elegido por las antiguas civilizaciones por la riqueza de la tierra y la excelente localización.
Distintas investigaciones del experto Manuel Esteve a mediados del siglo XX, explican el asentamiento tartésico que posteriormente fue una influyente ciudad romana, de ahí su denominación de Regia.
Casa Viña Romanito ha sido rehabilitada recientemente sobre los muros de una edificación de finales del siglo XVII. En el siglo XIX fue propiedad de D. Pedro Domecq Lustau, casado con Dª Carmen Núñez de Villavicencio, propietario de bodegas Pedro Domecq famosas por su excelentes vinos, bisabuelos de los actuales propietarios.
En 1895 pasa a ser propiedad de Carmen Domecq Núñez de Villavicencio hija de los anteriores casada con D. Fernando de Soto Aguilar-Ponce de León, Marques de Arienzo, Conde de Puertohermoso, Marqués de Santaella. Tras el fallecimiento de estos la propiedad pasa a su hijo D. Manuel de Soto Domecq casado con Dª Guadalupe Díez Serra, padres de los actuales propietarios.
Heráldica de la casa
Todas las estancias de la casa conservan multitud de detalles históricos que podrá admirar durante su estancia. Piezas y figuras heráldicas únicas junto con objetos de la época o reconocidas pinturas artísticas.
La finca tiene una superficie total de 535 hectáreas de tierra rica y fértil. 15 de estas hectáreas están dedicadas al cultivo de la vid con unos impresionantes viñedos que podrá apreciar desde la casa. 17 hectáreas a olivar superintensivo, 3 a olivar tradicional y el resto de trigo, avena, remolacha, girasol y garbanzos.
Vive una auténtica experiencia en nuestra Casa Viña Romanito